d r e s s i n g k a t e r i n g: abril 2007

Sólo viajando, disfrutando e improvisando

¡¡¡¡¡¡¡mañana termina el viaje!!!!!!!..............me dijo Daniel tomándonos una cerveza en la playa de Tongoy a eso de las 2 de la tarde, mientras comentábamos nuestra reciente adquisición de mariscos hecha en el mercado, la cual consistía en casi un kilo de ostiones, una bolsa de "chochas" -similares a las cholgas en dimensión pero con textura y sabor a locos- y una reineta de 3 kilos. Después nos dimos cuenta que no nos quedaba plata...sólo 11 lucas.....474 kilómetros por recorrer, 4 peajes por pagar y medio estanque de bencina.

Acto seguido, pedimos otra cerveza y 2 empanadas de ostiones sabiendo que pasaría algún tiempo sin poder hacer nuestros singulares viajes, después sólo nos reímos muchísimo porque siempre nos sucede lo mismo......nos quedamos sin plata........ situación que siempre remediamos improvisando y disfrutando.

Nuestro objetivo siguiente era encontrar un lugar donde pasar la noche, este debía cumplir tres condiciones : debía ser absolutamente gratis, que nos permitiera armar la carpa y preparar nuestros mariscos. Comenzamos a viajar hacia Santiago con el previo acuerdo de no parar hasta encontrar el lugar preciso, viajamos por más de 2 horas sin encontrar nada de nada, todo a la orilla del camino eran recintos privados sin posibilidad alguna de acampar, llevábamos más de 200 kilómetros y nada, ya estaba oscureciendo......pero sólo había que seguir viajando y seguir buscando......................nada de desesperarse.

Llegando a Huentelauquén cerca de la estación del servicentro TopStop, donde hacen y venden las mejores empanadas fritas de queso que he probado..............son fuera de serie.......la masa, la fritura, la cantidad y calidad del queso son 100% recomendables. Cerca de las empanadas encontramos una zona de descanso habilitada por la concesionaria de la autopista con todo lo indispensable -baños, luz, estacionamientos, "absolutamente gratis"-, para que cualquiera pueda ocuparla, hablamos con el encargado quien muy amablemente nos permitió acampar y cocinar sin ningún problema............fue nuestro invitado de honor a comer. Ya instalados, nos relajamos y preparamos un ceviche de chochas, después unos ostiones a la parmesana con queso de cabra en papel alusa, la otra mitad los comimos con limón y finalmente preparamos la reineta en un pequeño sartén con limón y sal. Nos reímos y conversamos muchísimo fue una gran comida.

Al otro día teníamos que llegar a Santiago, a las 8:30 ya estábamos en camino y habíamos gastado nuestros únicos 600 pesos en tomarnos un nescafé chico en la bomba de bencina, era la única plata disponible que teníamos para gastar hasta no pasar todos los peajes y echarle un poco más de bencina al auto -3000 lucas más-, todo bien hasta la salida del túnel de la cuesta el Melón, casi no teníamos bencina y empezamos a viajar con la reserva, según el mapa habían miles de estaciones de servicio en dirección hacia Santiago.......................ninguna............ no encontrábamos absolutamente ninguna...............viajamos con la reserva casi 56 kilómetros hasta que encontramos una por la vereda del frente, compramos 3500 pesos en bencina y con eso llegamos finalmente a Santiago.

Un viaje de lujo con un gran amigo.